El Sol de Tlaxcala: Sequía acaba la vida en represas de Tlaxcala

César Rodríguez - El Sol de Tlaxcala
Credit: César Rodríguez, El Sol de Tlaxcala

To mark World News Day on September 28, 2022, the World News Day campaign is sharing stories that have had a significant social impact. This particular story was shared by Organización Editorial Mexicana (OEM).

En norte y poniente del territorio tlaxcalteca aumenta la erosión de la tierra; desaparecen 450 hectáreas de agua. 

TLAXCALA, Tlaxcala.- Para algunos seres vivos el ecosistema en que habitaban llegó a su fin. Para la presa El Muerto ubicada en Tlaxco, su nombre lo dice todo, ya no hay vida acuática y la terrestre tuvo que abandonar ese lugar.

Las parvadas de aves migratorias que arribaban a el invierno se ausentaron; empero, algunas nativas permanecen ahí, entre un canal de aguas contaminadas a la espera de la muerte.

El ambiente en esta región del centro de México es desolador y duele a la vista. La tierra se está partiendo. Durante el estiaje no hay cura para este mal que cada día aumenta, porque no hay bosques y pocos siembran un árbol.

Desde el 2020 se respira aire caliente. Hasta el pastor que al despuntar la mañana visitaba el lugar resiente el cambio climático, no hay agua para que beban sus ovejas.

¡Y qué ironía! En la presa El Muerto, construida hace 35 años, un pescador dejó abandonada una barca, muy similar a la Barca de la Fe, edificada en la misma década, en ese lugar llamado San Andrés Buenavista.

Y ninguna autoridad decide sobre los estragos que enfrenta la madre naturaleza.

La única cura a estas profundas heridas es la lluvia, la que esperan con anhelo los hombres del campo.

Pero la panorámica se vive en la mayoría de los cuerpos receptores de agua pluvial en Tlaxcala, e incluye a las presas Sol y Luna, ubicadas en Panotla y Hueyotlipan.

Rezar quizá sea la mejor alternativa para los hombres del campo, aunque al santo que le piden San Isidro Labrador se conmemora hasta el 15 de mayo.

Para otro sector de la población, hay indiferencia de lo que pasa en esta sequía atemporal, donde muchos no se pueden explicar por qué se registran heladas, sequías y granizadas en una variación de horas.

El Sol de Tlaxcala estuvo ahí, para constatar con imágenes de las áreas, el daño colateral que se presenta desde que ha dejado de llover.

César Rodríguez - El Sol de Tlaxcala
Credit: César Rodríguez, El Sol de Tlaxcala

VIVEN DE LA PRESA ATLANGA 750 FAMILIAS

De la presa Atlangatepec subsisten unas 750 familias de la zona rural, quienes se dedican a la pesca, ganadería y campo desde hace 40 años.

El alcalde José Macías González reveló que la pérdida de agua en la presa preocupa a la población que la visita.

A pesar de ello, expuso que durante esta administración, su Gobierno apoyó con la siembra de un millón de crías al año para que cuatro agrupaciones pesqueras subsistan.

– “Hay contaminación por aguas residuales y flora acuática, evaporación por aumento de la temperatura, lo que ahuyenta la migración de aves por la falta de lluvia”

Asimismo, mencionó que, por ello, realizan trabajos de limpieza a fin de mantener libre de basura las inmediaciones del cuerpo de agua y denuncian a quienes la contaminan.

El cambio climático forma parte de la nueva agenda del gobierno de la República, pero no se han tomado medidas urgentes para solucionar el problema.

Contrario a ello, la actual administración de Andrés Manuel López Obrador canceló más de 70 millones de pesos a Tlaxcala por año, que eran utilizados para la construcción de zanjas, saneamiento de bosques y campañas de reforestación.

Desde 2018, la Coordinación General de Ecología reforesta la Malinche con unas 500 mil plantas, cuando el programa anual era de 4.5 millones de pinos.

César Rodríguez - El Sol de Tlaxcala
Credit: César Rodríguez, El Sol de Tlaxcala

CON EROSIÓN EL 76 % DEL SUELO

La sequía, las plagas y los incendios forestales, han incrementado los daños a la tierra.

Un estudio del Colegio de Postgraduados realizado por Angélica Gutiérrez del Valle, para obtener el grado de maestra en Ciencias de Montecillo, revela que Tlaxcala es uno de los estados con mayores porcentajes de degradación.

Un 76.8 % de la erosión hídrica es el principal proceso en 58 sitios muestreados en Huamantla, Terrenate, Tlaxco, Españita, Calpulalpan e Ixtacuixtla, precisa la investigación realizada en 2014.

En mayo de 1971, autoridades estatales inauguraron en presencia del entonces Presidente de la Nación, Luis Echeverría Álvarez, una de las obras más importantes del gobierno local: la Presa Cárdenas.

Construida por el extinto Recursos Hidráulicos prometía la irrigación de quinientas hectáreas con un beneficio directo para cien familias campesinas de la zona de Terrenate. La obra calificada como un modelo en su tipo y orgullo de la ingeniería mexicana fue hecha para almacenar tres millones de metros cúbicos de agua.

Aquella presa en miras de ser un importante suministro del vital líquido para los cultivos y un futuro turístico, hoy, a casi 50 años, se encuentra semivacía y abandonada. De acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) la Presa Cárdenas se encuentra al 26 por ciento de su capacidad.

La sequía, derivada del cambio climático, ha secado 10 de las 16 presas registradas en Tlaxcala, de las cuales, en cuatro no hay ni un porcentaje mínimo de agua que avive las esperanzas de renacer.

El retraso de lluvias se agudiza afectando a cerca del 84 por ciento del país, cuyo sector más golpeado es el campo que ya padece la falta de lluvias desde 2020. Campesinos de la entidad vaticinan una menor producción agrícola, lo que llevará a una subida en los precios.

César Rodríguez - El Sol de Tlaxcala
Credit: César Rodríguez, El Sol de Tlaxcala

LA VIDA YA NO ES LA MISMA

La vida en el campo ya no es la misma de hace 10 años, las condiciones climáticas han venido a modificar el ciclo de siembra, principalmente del maíz, la semilla que ha dado sustento económico a familias en la entidad.

Don Francisco Aguilar, de la comunidad de Popocatla, en Ixtacuixtla, le preocupa que las lluvias no lleguen a tiempo, sobre todo porque sus cultivos no alcanzan el agua de riego proveniente de la Presa Mariano Matamoros, es tan poco el vital líquido que no logra abastecer sus terrenos.

En entrevista para OEM, don Francisco relata que en los últimos años ha tenido pérdidas milenarias, debido al retraso de lluvias. Lo que logra cosechar, apenas le alcanza para consumo propio y vender unos cuantos “kilitos” de maíz.

“El tiempo de secas” (sequía), como lo llama el octogenario, ha venido a afectar la siembra y su bolsillo, pues de los 15 mil pesos que invierte anualmente, no logra salir “tablas” de las ganancias ni se diga.

A estas alturas de su vida, en la que desde los ocho años aprendió de esta noble labor, sigue trabajando la tierra que lo vio nacer y le ha dado de comer, así como el recurso para brindarles el estudio a sus hijos.

Sin embargo, aunque el campo ya no es redituable, don Paco asegura que seguirá sembrando sus terrenos, cuya labor confía que sus hijos y nietos continúen en años posteriores. “Cuando nos acabemos los ‘viejos’ yo no sé qué va a hacer del campo (…) hoy a la juventud ya no le interesa… ya no es muy socorrido”.

Don Francisco invierte anualmente 15 mil pesos en la siembra de maíz, cantidad que en algunas ocasiones no recupera, debido a las pérdidas que le genera el “mal tiempo”.