Postales como la bajante histórica del río Paraná, los incendios forestales, los carpinchos de Nordelta , las inundaciones y la falta de nieve en la cordillera son algunas de las imágenes más recientes que hacen evidente un cambio que cada vez se acelera más. El calentamiento global es real y tangible. Ya nadie puede negarlo. El cambio climático está entre nosotros.
Y en los próximos años se va a hacer notorio en nuestro país con más olas de calor, sequías, tormentas e inundaciones. El mar va a seguir creciendo y no van a ser pocas las casas de las zonas costeras que terminen devoradas por el agua, como ocurrió hace pocos días en Mar del Tuyú.
El Panel Intergubernamental de Cambio Climático de las Naciones Unidas reúne a científicos de todo el mundo que durante la pandemia estuvieron analizando más de 14.000 trabajos de investigación de las distintas regiones. A comienzos de agosto presentaron el primero de sus informes: el que analiza la evidencia física del fenómeno. En febrero se presentará el que analiza el impacto social y en el ecosistema.
Las conclusiones no dejan lugar a duda: no existen regiones del planeta que no hayan sido impactadas. Además, ya no hay más especulaciones. La causa del calentamiento global es por la acción del hombre. De la era preindustrial a esta parte, la temperatura global aumentó 1,1° promedio.
Y por cada grado que sube el termómetro, se incrementa un 7% la cantidad de lluvias, explica Carolina Vera, la investigadora argentina que es vicepresidenta del Grupo de Trabajo 1 del IPCC y jefa de gabinete del Ministerio de Ciencia. Estamos observando cambios que se están intensificando y en todas las regiones del mundo. “No existe región en el planeta en la que no se vean cambios”, dice Vera.
En los próximos 20 años, si se toman acciones drásticas y rápidas, la temperatura subirá entre 1,5° y 2°. Podrían ser 4 grados si las medidas no son tan extremas y mucho más si no se toma ninguna. Eso significa que en Buenos Aires, el termómetro podría subir entre 1° y 2,4° promedio en los próximos años. Y que para fin de siglo el Río de la Plata, por el aumento del nivel del mar, podría llegar hasta las escalinatas de la Facultad de Derecho.
“Cuesta imaginarse el mundo que nos va a traer el cambio climático en los próximos años. Será un mundo sin palta, sin café, sin cerveza, sin papas y sin vino. No es cuestión de fe. Eso va a ocurrir si no tomamos medidas pronto”, vaticina Enrique Maurtua Konstantinidis, asesor de políticas climáticas de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (Farn).
“Muchos de los cambios ya son irreversibles en la escala de tiempo del hombre, como el derretimiento de los glaciares. Aunque dejáramos hoy mismo de emitir gases efecto invernadero, el proceso seguiría hasta reducirse entre el 20% y el 30% su tamaño actual. Esto significa un aumento en el nivel del mar y en el corto tiempo problemas en la disponibilidad de agua. El derretimiento de los glaciares de montaña va a ser el origen de una serie de problemas que en los próximos años va a vivir la región de Cuyo, porque sus ríos nacen en los Andes. Desde sequías, falta de agua hasta problemas energéticos”, explica Lucas Ruiz, otro de los investigadores argentinos que participaron del IPCC.
En los próximos años el cambio climático nos va a pegar fuerte. Más inundaciones, más sequías, menos nieve. Más calor. La Argentina cuenta con ecosistemas que brindan servicios ambientales que nos ayudarían a transitar mucho mejor la crisis climática. “Los glaciares, los bosques, los humedales… pero lamentablemente estamos dilapidando descuidadamente esas reservas ambientales”, apunta Ruiz.
Para ver este artículo en su totalidad haga clic aquí.
Este artículo fue compartido como parte del World News Day 2021, una campaña global que destaca el papel fundamental del periodismo basado en hechos a la hora de proveer noticias e información fiables al servicio de la humanidad. #JournalismMatters